¿Alguna vez vieron en algún auto ese sticker que te interpela con un “¿Ya respiraste hoy?”?
Bueno, pay attention.
Soy una fiel seguidora de Jonas Parandian, un sueco encantador
que se dedica a la naprapatía, un método que combina medicina natural,
quiropráctica, fisioterapia y osteopatía.
Pueden seguirlo en @naprapatjonas. Sube ejercicios súper
innovadores que ayudan a despertar el cuerpo y a optimizar todas sus funciones, haciendo incapié en las
articulaciones. Ya con ver su complexión nomás uno confía en que este muchacho hace
lo que hay que hacer.
Gracias al maravilloso “Ver traducción” al final de cada posteo
de Jonas (salvo que hablen sueco y no lo necesiten, claro) pueden beneficiarse
de la lectura detallada de la técnica en cada caso, aunque de por sí siempre el
ejercicio propuesto es un video y es muy claro sólo con la imagen.
“¿A qué viene todo esto?” pensará la gente con mucho fuego
en la carta… Banquen al toro muchachos.
Ayer el amigo Jonas compartió un reto de 20 días de meditación
y respiración. Lo sé, no me digan nada, ya “reto” y “20 días” los tiene al
borde del close, verdá? Coraje que estamos hablando de 2 módulos de 5 MINUTOS POR
DIA, no me digas que no podés Mabel. Decime que no querés.
El post de Napra captó mi atención de inmediato porque es un
hábito que hace años que quiero instalar como parte de mi rutina diaria… pero
siempre surge algo, no?
Meditar suena complejo, a montaña, a Nepal (¿), pero es
sólo RESPIRAR. Nada más que respirar. Es ahí donde se complica.
Es difícil. Porque es nuevo. Hay una frase hermosa de J.W. Goethe
que todos tendríamos que tener enmarcada en casa: “Everything is hard before it
is easy”: Todo es difícil antes de volverse fácil. Aprendiste a caminar. A leer
y escribir. Esto es pan comido.
En el caso de que ya seas un meditador sostenido, ahora si:
close! Podés cerrar, o no, qué se yo, quédate a chusmear por ahí. Y aportanos
tu experiencia. Contános qué onda.
Si estás pasado de rosca (y sino también, pero menos) es me-nes-ter
respirar/meditar. Es como ir a boxes, no podés seguir con esos neumáticos
aunque parando te juegues la carrera. Con las gomas en ese estado ya estás jugadísimo papi.
Jonas nos explica (y es sólo un recordatorio) que a largo plazo el stress nos genera: depresión, ansiedad, problemas digestivos, tensión, dolores de cabeza, problemas cardíacos, inmunológicos… sigo o ya te inscribís?
Ninguna parte de nuestro cuerpo es inmune al stress.
MEDITAR ES LA MEDICINA. Reduce los dolores, las inflamaciones,
mejora el sueño, el ánimo, nos vuelve más tranquilos. Y, lo más importante,
aumenta la conciencia corporal. Nos permite estar presentes en nuestros 5
sentidos, en lugar de en la cabeza todo el día… no te suena a paraíso?
Qué hay que hacer? Sentarnos a respirar 5 minutos 2 veces al
día durante 20 días explorando el silencio y la presencia.
Vamos a sentarnos cómodos, con los hombros relajados y los pies
apoyados. Y, muy importante, con la panza floja. Jonas dice “vientre
relajado de Buda”, una imagen muy contundente. Él no tiene panza, pero no viene
al caso.
Entonces, programo una alarmita para dentro de 6 minutos -1
minuto me va a llevar instalarme-, me siento cómoda en algún lugar que pueda
estar tranquila, apoyo los pies en la tierra (es una forma de decir, ojalá tierra,
ojalá pasto), escaneo el cuerpo para dejar ir cualquier tensión y llevo la atención
al aire. Inhalo y exhalo, sólo eso. Las manos puedo apoyarlas en los muslos o puedo
entrelazarlas en el regazo.
Normalmente lo hago con ojos cerrados, el mantra So Ham es
de gran ayuda para centrarme (cuando inhalo pienso SO, cuando exhalo pienso HAM
- pienso el sonido, claro -, ham suena “jam”).
Dependiendo el día
a mí cerrar los ojos me dispersa mucho, si sos de piscis no me quiero
imaginar. Si cerrar los ojos te hace irte a la china o a planear la compra del
supermercado, otra opción es posar la mirada en un punto fijo mientras respirás.
Yo esta mañana me quedé mirando un árbol,
una hoja específica, más linda era!
“No puede irte mal” dice Jonas, siempre volvés a vos. Siempre
volvés a estar presente.
Es una práctica para ejercitar justamente eso, LA MAGIA DE
ESTAR PRESENTE.
Cuando empezamos? HOY, obvio. AHORA cuando terminás de leer.
Cuándo sino Mabel?
Y ponés una alarmita (que se repita todos los días) que te
recuerde meditar 2 veces por dia en 2 horarios que consideres que son buenos y
factibles para vos. Y lo sostenés a sol y a sombra. Como bandera. Si estás en
algún lado que no sea tu casa estoy segura que podés vehiculizar esos 5 minutos.
Encontrá la manera. Cuando algo tiene valor para vos le hacés espacio como sea.
Jonas no lo dice, pero te lo digo yo por si no lo habías escuchado:
20 dias, o 21, es el tiempo que lleva instalar un hábito. El “reto” son esos
primeros 20, después es como lavarse los dientes, no es algo sobre lo que te
debatís. Es parte de tu vida.
Si empezás hoy, tenés una cosecha increíble para el arranque
del 2022.
Año Nuevo con meditación incluída, no me digas que no es un año prometedor.
Hoy respiramos. Y mañana también.