Recuerdo siempre la primera vez que ví “Jerry Maguire”, en mi humilde opinión una perlita muy recomendable de la polémica factoría hollywoodense. En esa ocasión me sorprendió con creces observar a Zellweger esperar a que Cruise la besara con la bolsita del “remanente” de la cena (primera cita!) en mano.
Tan distinta fue (y es) nuestra cultura con respecto a este tema que aún hoy (casi 15 años después!) la escena resulta bizarra.
Digo yo, si pagamos en cualquier restaurante (como mínimo) 4 veces el valor real de lo que consumimos… por qué no llevarse a casa lo que a uno no le entró en la panza?
Acaso no me merezco castigarme con esa ½ porción de fusillis al fierrito con salsa scarparo –que como un tesoro guardo en mi freezer- cualquiera de estas noches? O con una mini porción del mix de achuras que tan rico estaba, ahora oculto en bolsita especial para tal fin, detrás de las cubeteras?
Yo sé que a muchos les parecerá de grasas, de miserables, que se yó…
A mí, personalmente, que me envuelvan lo que no me comí, me parece una idea brillante. Elemental y (en el mediano plazo) gratificante.
No digo que dé para una primera cita (y menos con Cruise), pero una vez que pasamos de pantalla… dá a full!
Se lo envuelvo para llevar Sra...?